23 de diciembre de 2008

Con la frente marchita

Si queres te cuento la verdad aunque la otra historia esta buena.
El ruido de fondo son los barcos y una maquina de cortar pasto. Como siempre un hombre y una mujer. Están agarrados de la mano, aunque en verdad no. El la abraza y le da un beso pegadito de un suspiro, pero es mentira. La verdad, el silencio y la distancia. Te extraño.
No lo lamentas, solo estas triste y queres bajar del barco como siempre, cuestión de que se vayan las nauseas y el mareo porque el rio esta inquieto. Deja de mentir, hace rato que te fuiste. Estuviste alguna vez?
Un pie y el otro, una decisión.
El agua esta fría.
Pero yo igual te amo.

Volver

Yo distingo la mirada del deseo, como esa vez en el ascensor y la otra un domingo tarde/noche. Con quien comes? Sola. "Te acompaño". Quisiste tapar la soledad, no pudiste entre esas piernas que no conoces y esos besos que no te pertenecen, mejor que te vayas. Me voy otra vez, con la tristeza de no poder coordinar nuestros pasos.
Compañeros de ruta, me viste por un rato y dejaste de verme. Quiero volverme invisible, tal vez me busques entonces, o tal vez no, y pueda seguir mi camino de calesitas y chupetines de colores, de noches insomnes y fantasía de encuentro.
Te diste vuelta sin notar que yo caminaba en otra dirección, ojala hubieras corrido, ojala tantas cosas, te grite un par de veces, pero el ruido del mundo no te dejo escuchar, y ya estaba lejos cuando volviste a mirar.
Cuidado con los autos, chicos, denme la mano para cruzar.