Otra vez.

Nos enroscamos, nos anudamos.

Nos enroscamos, nos anudamos.

Nos anudamos.

Nos anudamos.

Y salimos volando.

Algún día te voy a morder.
El labio.
Y te va a salir sangre.

Soñé algo terrible.
Soñé que te decía ‘mi amor’.
Entonces dejabas de hablarme.
Y yo me iba volando.

Sexobichito de luz

Bajé la guardia por culpa de la mano en la cintura.
Por que me duele el ciático.
Y que placer que te toquen ahí. Que te aprieten.
El cuello, los hombros, que te tiren del pelo, que te muerdan el labio.
De arriba.
Y la lengua
Y te envuelvo con mis piernas.
Que hacés?
Estas loca.

¡Viva España!

No tengo ni la menor idea de cómo terminé en la cama con el catalán. Ni de cómo fue que le dije “te llevo” o “venís a casa?” Cuestión que ya estabamos desnudos haciendo cucharita y yo todavía no sabía el nombre del pibe. A la mañana siguiente me iba a enterar que se llama Javi.
No voy a decir que fue la culpa del vino o del tango. El chico sin nombre me dio los mimos y los masajes que yo le vengo llorando al Universo hace meses. Cuando uno quiere algo se ‘mueve para conseguirlo’ ‘si la montaña no viene a maoma’ ‘hay que proveerse’ y yo salí a proveerme de lo que necesitaba. Así, de frente manteca, sin vergüenza, vergüenza es robar, vergüenza es el hambre en el mundo.
Que buen sexo.
Y que lindo que te abracen.

Colombia ya fue

Ya te fuiste y ya no hay quien me haga arepas.
Bogotá parece un sueño y que mal salió ese viaje en la montaña. No pude reirme, varados en la selva me dió miedo.
Que rica la fruta, tu fruta y los jugos y mamasita venga para acá, que le digo esto que le digo lo otro, yo te tuteo, vos no.
Y te vas, como siempre. Y yo no te extraño, como siempre.
Me dejaste el café y un cuchillo de los buenos.
Que bueno que te fuiste, ahora soy mas feliz y tengo con qué cortar.