26 de junio de 2011

Chau

Empecemos por el hecho de que hablás muy fuerte. Yo no sé si te estas quedando sordo o querés llamar la atención, pero hablás muy fuerte.

Me molesta.

Me siento invadida.

Te miro, te veo. Pedir a gritos.

Y en silencio.

Cariño.

Y apretar las manos con tal de no tomar.

Un trago.

Y el libro de los 12 pasos.

No puedo cuidarte.

Perdón.

22 de junio de 2011

La Cueva

Volví por masajes en la espalda.
Porque me duele.
No volví por amor.
Pensé: ‘tal vez me ligo unos de yapa, en los pies’.

- "Que pensás?”
- “Nada”
- “Ah, me pareció que pensabas algo”.
- "No. A veces.”

A veces? A veces le decís hija de puta? Soy rara, esta es la prueba de que soy rara. A veces que? A veces pienso, a veces no estoy, a veces me tocas una teta y yo miro el techo? A veces no me conecto. Soy fría, una hija de puta, un tempano de hielo, un iceberg, la reina de las nieves.

No siento.

Nada.

Y te abrazo porque sí, porque me lo pedís.

13 de junio de 2011

Muchas gracias Palermo.

La Bombonera fue una emoción y yo pensé en vos porque sé que sos de boca.
El agujero negro me deprime y quién no necesita un mimo de vez en cuando. Te imaginé viendo el partido y eso nos acercó un poco.

Aunque vos no me conocés.

Imaginé que salimos y tomamos un vino y me diste la mano y me diste un beso y me invitaste a tu casa.
Y yo me fuí antes de que se volviera realidad.

Muchos lloraron con la despedida de Martín. Yo filmé y saqué fotos y me comí un paty en la cancha rico rico.

6 de junio de 2011

Por dos minutos de amor

Por dos minutos de amor volviste al agujero negro.
Vos te la jugaste con toda, me mandaste un beso grande. Y yo pensé: un poco de hervor, jugársela es otra cosa. Es te mando un chupón, una acurrucadita, un enrosque de piernas, un mimo en la espalda, una manoseadita, garchamos?
Vas y venís y te vas y yo hago lo mismo. No creo que nos encontremos así. Nos escapamos los dos y no me pongas a prueba a ver de que madera estoy hecha. Andate y dejame dormir.
Te llamo un taxi?

5 de junio de 2011

Por un minuto de amor

Durante un rato el mundo fue 1,80 x 1,40.
Cerraste los ojos para no ver el agujero negro en el que estabas, pero la cama calentita.
Cuantas veces cerramos los ojos para no ver donde estamos.
Por un minuto de amor.
Te levantaste, te pusiste los zapatos y te fuiste.
Esto no da.

Barrio Chino

Y yo que pensaba que gente como Fede no existía mas.
‘Pero sí, somos un montón’ parece decirme Fede, ahí parado delante de mi mesa.
Fede es el pelotudo que se encontró con la pelotuda en el restorán, holaquetal juguemos un rato con nuestras blackberris y te cuento mi vida en un instante, importar contacto y el curso del arte de vivir, yoga es lo mas, ‘que lindo verte’ no te miento le dijo. “Dale, me encantaría, cuando vuelva de Berlin”.
Yo resoplé y el marido de la rubia me vió, fastidiada, tratando de hundirme en mi libro.
Fuimos cómplices por un rato porque creo que él tampoco se lo bancó a Fede.
La vida es tan relativa pensé, en ese momento lo mas importante del mundo era que Fede se vaya antes de que llegue mi comida.